La homeopatía lleva más de dos siglos generando controversia entre la población. Algunos dicen que realmente ven resultados y otros tantos, generalmente farmaceutas y médicos convencionales, afirman que no es más que un placebo o una pseudociencia.
Su filosofía de que lo semejante cura lo semejante se puede emplear en nuestra vida cotidiana en muchos aspectos pero, ¿será realmente cierto en el ámbito de la medicina? Pacientes, terapeutas y practicantes de la homeopatía han dicho que si ven resultados a largo plazo y que sus patologías fueron resueltas.
Ya que esta terapia alternativa causa tanto revuelvo entre las personas, nos dedicaremos durante todo el artículo a explicarte detalladamente qué es la homeopatía, su historia y mecanismo de acción para que compruebes por ti mismo su efectividad.
Qué es la homeopatía y para qué sirve
La homeopatía es un método terapéutico que se fundamenta en que lo igual cura lo igual. Esta terapia se basa en administrar al paciente los mismos patógenos que causan su enfermedad pero en cantidades sumamente pequeñas, esto con el fin de que el cuerpo vaya asimilándolo para en un final, dejar de afectarlo.
Los homeópatas se encargan de administrar y recetar los medicamentos basándose en libros conocidos como repertorios, los cuales indicarán qué se le debe administrar a la persona. Las recetas son muy particulares ya que se estudia la historia clínica del paciente, sus hábitos, estilo de vida y sus síntomas.
Debido a esta filosofía, muchos farmaceuticos afirman que puede llegar a causar efectos secundarios graves en las personas como reacciones alérgicas o sintomatologías molestas, pero por su parte, los medicamentos poseen una cantidad mínima del patógeno, que es lo que se basa su efectividad o efectos secundarios.
Medicamentos homeopáticos
Los medicamentos o remedios que indican la medicina homeopática son el pilar de dicha práctica. Toda la homeopatía se basa en ellos y su particularidad hacía con el paciente y sus síntomas.
Como te comentamos anteriormente, estos medicamentos son hechos a base de la historia clínica del paciente y los síntomas que presenta, dándole en mínimas dosis, un patógeno que en su máxima cantidad cause los mismos síntomas que presenta. Generalmente son elaborados a base de agua o alcohol para hacer la dilución y sus ingredientes provienen de origen vegetal o animal.
El proceso de elaboración de los medicamentos conlleva un par de pasos: dilución o dinamización y aquí te explicaremos como se lleva a cabo dicho proceso.
Dilución
La dilución se basa en ir bajando de manera progresiva la concentración de la sustancia. Dependiendo del líquido que se utilice para la dilución (agua o alcohol) permite que tantas veces se repita el proceso, más efectivo será el resultado.
Lo que se logra con esto es diluirlo tantas veces que no llegue a ser perceptible, lo que se resume en diluir lo que esta diluido y asi sucesivamente. Esto permite que cada vez sea menor la presencia del patógeno en el medicamento y por ende, mayor efectividad.
Dinamización
Como bien su nombre puede explicar, consiste en darle dinamismo a la solución previamente diluida. Esto se logra mediante agitando fuertemente la dilución luego de estar lista.
Los expertos son muy claros en que no todo mundo necesita el mismo medicamento, pues aunque existan recetas básicas para patologías ya catalogadas, los síntomas, estilo de vida y hábitos del paciente influyen considerablemente en su manejo de la enfermedad. Antes de consumir cualquier tipo de medicamento homeopático, es necesario e indispensable hacerse un exhaustivo chequeo médico.
Historia y fundamentos
La homeopatía tiene su origen en los años 1800 con el médico alemán Samuel Hahnemann, quien para la fecha afirmaba rotundamente que la medicina generaba más sufrimiento que bienestar para el paciente.
Un dia el doctor Hahnemann se encontraba tomándose una infusión de corteza de cinchona, luego de eso se sintió realmente mal y comenzó a presentar síntomas muy similares a los de la malaria. Lo curioso es que dicha enfermedad se trabaja (en aquella época) con corteza de cinchona por ser rica en quinina. Cuando Hahnemann vio esto, se le ocurrió la idea de que lo mismo puede curar.
Cuando Samuel realizó este descubrimiento, para el año de 1794 dejó de practicar medicina convencional y comenzó a elaborar un trabajo, en el cual aparece la palabra homeopatía por primera vez: Indicaciones del empleo homeopático de medicinas en la práctica ordinaria.
El médico tenía la creencia que en grandes cantidades, una sustancia podía causarte síntomas, pero que en pequeñas e infinitesimales dosis podía ir paulatinamente eliminando cada una de las dolencias que la persona presentaba. Partiendo de esta teoría, conocemos lo que hoy en día en la homeopatía; con su misma filosofía pero con mucho más estudio.
¿Funciona o es placebo?
Como la mayoría de las medicinas alternativas y complementarias, existen dos bandos sobre si funciona o no. Los practicantes de estas técnicas son fieles en su creencia, mientras que los aficionados de la medicina convencional lo colocan en tela de juicio.
Yéndonos a la parte que realmente puede o no, certificar su eficacia tenemos varios estudios. Debido a toda esta controversia, varios científicos han conseguido demostrar que la dilución de la sustancia va desapareciendo los síntomas a largo plazo, en muchos casos, erradicándolo completamente. Ya de aquí se podría extraer que la teoría de la homeopatía queda demostrada.
Por otra parte, hay estudios que aprueban su utilización pero de manera complementaria a los fármacos comunes, puesto que harían de efecto placebo. Las personas que defienden esta teoría dicen que el cuerpo puede auto influenciarse y engañarse a sí mismo por la percepción de estar recibiendo tratamiento para su cura. Esto porque una zona del cerebro cree firmemente que se curará, haciendo que el cuerpo deje de sentir síntomas.
Los practicantes de la homeopatía defienden su efectividad bajo el concepto de que el agua posee memoria. Esta teoría afirma que el agua tiene la capacidad de recordar con cuales sustancias ha estado en contacto y de ese modo, adquirir algunas propiedades. Esto para los farmaceutas y médicos convencionales no tiene mucha validez pero ya varias instituciones y especialistas la respaldan.
Contraindicaciones
Un informe expedido por el Ministerio de Sanidad de España advierte de que no se debe utilizar la homeopatía para el tratamiento de patologías que puedan ir de serias a graves; no prohibió su utilización ni tampoco afirmó que no es eficaz, solo que no debería utilizarse en situaciones graves. La OMS también dice lo mismo, puesto que el tratamiento de los síntomas puede ser muy extenso, una situación mortal en enfermedades de riesgo.
Otros afirman que puede ser muy peligroso para personas alérgicas a ciertos componentes. Ya que muchos laboratorios realizan estos medicamentos y no especifican su concentración, en pacientes que tengan alergias severas como por ejemplo: (polen, almendras, polvo, etc…) podría causar un efecto perjudicial que a largo plazo podría empeorar sus síntomas.
Sea cual sea el caso, lo que nosotros te recomendamos es que vayas con un especialista. Si te interesa la medicina alternativa, en especial la homeopatía, lo mejor es ir con un experto en la materia para que te evalúe y si no te convence del todo, coméntale a tu médico de cabecera cómo podrías incluir la homeopatía para complementar el tratamiento.
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Si deseas saber más sobre la homeopatía, aquí tienes varios artículos de referencia:
– http://espanol.arthritis.org/espanol/tratamientos/terapias/homeopatia/
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Preguntas frecuentes sobre la homeopatía
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